Ya en la parte anterior de artículo pudimos apreciar cómo BTS nos presenta una sociedad opresiva, que utiliza los sueños para imponer un mandato de éxito y cierto tipo de joven al cual las personas pertenecientes a este grupo deben aspirar. Sin embargo, para Bangtan, existen unos sueños reales que surgen de la persona y que se comportan como guías que cada quien construye por sí mismo. Ahora bien, una vez entendido el concepto de sueño verdadero y su oposición al sueño impuesto socialmente, cabe analizar las implicancias que estos poseen en la vida de las personas que los portan.

2. Somos lo que hacemos: Los sueños, la identidad y el sentido de la vida

En sus canciones, Bangtan presenta dos aspectos fundamentales que están íntimamente relacionados a su forma de entender los sueños: la identidad y el sentido de la vida. Para poder explorar mejor la forma en la cual ambos son formados en conjunto o gracias al sueño, adoptaremos como equivalente la noción de proyecto de vida, en tanto son proyecciones a futuro realizadas por los jóvenes que marcarán su desarrollo, y que representan, como explica Leiva (2012), “un modelo ideal de lo que el individuo quiere ser y hacer, su razón de ser en un contexto determinado” (p.98). Esta razón de ser que explicita el sueño es lo que marca a la persona en tanto individuo a los ojos de Bangtan.

Esto se puede apreciar al escuchar la siguiente línea en No More Dream: “¿Cuál es el futuro con el que sueñas? ¿A quién ves cuando te miras al espejo? Debo decir: sigue tu propio camino, aunque vivas solo un día”. Aquí encontramos una serie de ideas diferentes que se concatenan entre sí. Primeramente, hay una relación directa entre el futuro soñado y la identidad personal, en la que el primero determina a la segunda. Verse a uno mismo no pretende mostrar lo que es en la actualidad, aunque tenga en ello su base, sino que enseña lo que se quiere llegar a ser, lo que se será. Es una suerte de identidad proyectada de la cual no se duda, pero que aún es perseguida. Esta idea se relaciona con el camino propio, la imagen de un avance constante detrás de la realización personal. Subyace una búsqueda identitaria en donde se seleccionan una serie de características en específico que diferencian al sujeto y lo cargan de individualidad (Leiva, 2012, p. 96). Ligado a la realidad social cuadriculada que ya nos ha sido presentada por BTS, el “propio camino” es lo que los va a volver personas a parte de sus padres y de sus pares.

En ese sentido, D’Angelo precisa que la autonomía o la personalidad se ven como una transformarsión y convertirse “de un ser sometido a las influencias externas en un sujeto capaz de actuar de forma independiente sobre la base de objetivos conscientemente planteados” (2004, p.10). Este aspecto de independencia y también de autenticidad se encuentra en Paradise al indicar:  “solo sé quien quieras ser. Merecemos una vida, da igual si es grandiosa o pequeña, simplemente sé tú”. La consideración es tanto interna como externa, pues se hace un llamado a la persona para mantener su identidad sin atender a las maneras en la cual la sociedad juzgue la forma en la que lleva su vida. El punto es no presionarse a lograr algo que no se quiere, pues lo más importante siempre es mantenerse fiel a quien en verdad se es, mucho más teniendo en cuenta que la sociedad moderna publicita ciertos estilos de vida como más deseables y mejor valorados por los demás. El sueño, entonces, es una guía hacia la identidad, pues permite que se configure una serie de metas que llevarán al joven a alcanzar una forma de ser que le haga sentir pleno, su máxima forma de ser él mismo.

Por su parte, el sentido de la vida se encuentra en una relación de interdependencia con los sueños de los jóvenes, como se puede apreciar en Tomorrow. En ella se puede ver que el sueño por el que se trabaja es lo que otorga propósito, pues los proyectos individuales de vida toman en cuenta no solo los planes para la msima, el empleo del tiempo y la satisfacción vital (temas que veremos más adelante), sino una serie de “orientaciones valorativas e ideales vitales” que guían al joven por el camino que debe recorrer (D’Angelo, 2004, p.20). BTS acerca estas nociones a las del trabajo y el esfuerzo por un futuro anhelado, y mantiene un sentido de esperanza alrededor de él: “No te rindas, ¿lo entiendes? No permitas que se aleje demasiado el mañana”. Ese nombrado “mañana” representa a la meta final por la cual se está esforzando, misma que si no se pierde de vista va a ayudar a la persona a no abandonar su lucha ante las dificultades. La posible pérdida de este norte llevaría a una ausencia de significado y un estancamiento definitivo en la oscuridad del amanecer que no llega.

Sin embargo, se nos presenta una complicada situación, donde el adolescente que quería romper parámetros y comenzar a perseguir su sueños se encuentra con la dura realidad del día a día que debe superar para conseguirlo. La persona que habla en Tomorrow plantea: “Si cada día se vuelve ayer, ¿qué razón tiene estar aquí hoy? Quise ser feliz, volverme fuerte, pero cada día me hago más débil. ¿Hacia dónde voy? No importa a dónde vaya, vuelvo aquí de todas formas.” La pérdida del sentido que confería el sueño por el que se trabajaba implica que el esfuerzo comienza a parecer inútil, y por lo tanto, el hoy también lo es si es que nunca se va a alcanzar el mañana. Esta forma de ver la vida genera una profunda pérdida de motivación. Sobre esto, Urcola afirma que “los individuos sometidos a situaciones en las cuales no existe relación congruente entre sus conductas y los resultados de ellas, desarrollan desesperanza aprendida” (2003, p.43). Surge una sensación de estancamiento en la persona al repetir la misma rutina y el esfuerzo sin que se perciba ninguna mejora o buenos resultados, y eso desmotiva al joven.

El distanciamiento del sueño mediante el cual se le otorgaba un sentido a la vida para ser, en efecto, vivida, también genera un impacto negativo en la identidad. Como menciona Namjoon en Tomorrow: “Eso no es vivir, es resistir. Mientras vivas así, algún día todo terminará. Si te distancias así, algún día desaparecerás”. Si se pierde la motivación, la persona puede incluso llegar a perderse a sí misma en la rutina de luchar y seguir luchando. El joven se ve inmerso en la carrera y ciego a sus alrededores, pero esto no lo ayuda a acercarse a su sueño, solo que lo pierda de vista. Sin sueño, ¿quién se es? Como Leiva pone de manifiesto, el joven busca permanentemente los elementos que le llevarán a  convertirse y moldear a su “propio adulto”, un conjunto de valores, creencias, ideales y sentidos que articulan su desenvolvimiento en la vida (2012, p.97). El abandono del camino es, por lo mismo, una decisión fatal, ya sea porque lleva al joven a no querer seguir (pues la vida no tiene sentido) o lo somete a una inercia en la cual su propósito se reduce al que la sociedad moderna impone: el de la productividad exacerbada.

3. “Sigue tu propio camino”: El esfuerzo tras los sueños

Otro aspecto que BTS trata al momento de hablar de los sueños es el esfuerzo. Como ya hemos visto, el sueño en la vida de las personas jóvenes ayuda a la formación de una identidad individual y el encuentro de un sentido en la vida, pero para que esto se mantenga y se pueda avanzar en el “camino” que se nos presenta, el esfuerzo es un componente no solo importante, sino que necesario. En un inicio, Bangtan presenta una marcada “ética del trabajo duro”, en la cual el sueño propio es casi un sinónimo de trabajo en pos del alcance de los objetivos personales. Por ejemplo, en No More Dream se interpela al joven mediante las siguientes palabras: “esfuérzate al máximo, aparta tus debilidades” o “Pregúntate si alguna vez has trabajado duro por algo”. Hay un sentido importante de independencia. El esfuerzo puramente individual al cual se ve enfrentado el joven una vez decide separarse del camino ofrecido por los adultos (percibido como fácil en tanto predecible y previamente determinado) genera en la persona una conciencia de sí mismo diferente a la que se tiene cuando se va en consonancia de los padres. El trabajo duro por los sueños es visto como algo que colabora a la formación del yo independiente, más allá de los progenitores.

El esfuerzo es concebido como algo constante y de largo aliento, como una maratón. Esta figura se encuentra presente a lo largo de Paradise, canción que empieza presentando exactamente esta metáfora: “Maratón, maratón. Esta vida es larga, tómala con calma”. De esta forma, se señala a la vida y al esfuerzo dentro de ella como algo que no debería ser rápido y agotador, por más que la sociedad de esta época exija a los jóvenes más en menos tiempo. La idea de que la clave al momento de perseguir los sueños es únicamente equivalente al empeño sistemático y ciego hacia los objetivos está ampliamente difundida (Ibáñez & Jiménez, 2019), pero esto obvia una serie de factores que también afectan a la persona y que no siempre dependen de ella misma. En contraste, BTS se opone al mito capitalista de la meritocracia, en donde el sacrificio personal es la llave del éxito.

Esta exigencia social del esfuerzo por el esfuerzo o la productividad se ha configurado como una experiencia común entre la generación millennial, misma a la que pertenece Bangtan. El trabajo extenuante que las élites empresariales venden como modelo de vida plena lleva, como advierte Aidan Harper, al “supuesto de que nuestro único valor como seres humanos es qué tan productivos somos; nuestra capacidad para trabajar queda por encima de nuestra humanidad” (citado en Griffith, 2019). De esto se deriva una cierta deshumanización, pues la persona es vista como un robot que hace cosas y no alguien que las vive. En ese sentido, con Paradise ellos denuncian la presión a la que se ven sometidos: “Debemos correr, arrasar con todo cuando la señal sea disparada. Sin tener destino alguno, sin un paisaje. Hasta que no te quede aliento debes hacerlo, debes hacerlo”. Se critica esta noción de no tener nada por lo que pelear pero aún así hacerlo, sin mayores directrices que hacer todo lo que se pueda lo más pronto posible, porque eso es lo que se espera. Esta es una visión cerrada que tiene como consecuencia que uno se enfoque demasiado en trabajar para llegar antes que el resto, incluso aunque no se tenga claro a dónde.

Por ende, para BTS el trabajo no tiene valor en sí mismo, sino que es un medio para un fin, lo que rompe con la concepción capitalista antes vista. En este caso, los chicos se opone a una sociedad que ha estigmatizado el descanso hasta el punto que el mismo genera culpa por no estar trabajando y siendo productivo. Para Anne Helen Petersen (2019), esto está vinculado con el hecho de que el trabajo constante se ve como sinónimo de aquello que es necesario para triunfar, mientras que el ocio, aunque supuestamente debería dar a la persona una sensación positiva, la lleva a arrepentirse por no invertir correctamente su tiempo. Así, el descanso es presentado como parte también fundamental de la lucha, muchas veces necesaria para seguir con una vida que la persona sienta significativa. Esto puede encontrarse claramente en Tomorrow, donde ante la amenaza de un burnout se consuela y anima al joven diciéndole: “No importa dónde estés parado hoy, es solo un pequeño descanso. (...) Esto no es detenerse, es solo una pausa en tu vida”. Algo similar se dice en Paradise al afirmar “Está bien parar y detenerse”. Tener un ritmo propio, aunque parezca lento, o tomar un descanso antes de seguir caminando es algo permitido y necesario, porque de otra manera el agotamiento va a dirigir a la persona a rendirse y perder el rumbo. 

4. La libertad de ser felices: algunas conclusiones

Como hemos podido ver, Bangtan se vuelve la voz de aquellos que no quieren mantenerse en lo preestablecido, y se apropian del término “sueño” para presentar la posibilidad de tener sueños reales, distintos a los que la sociedad y los adultos imponen. Además, hacen un llamado a la rebeldía de los jóvenes al colocar en ellos la consciencia de la posibilidad de la autodeterminación y la verdadera identidad. Estos sueños auténticos ayudan a configurar tanto la identidad como el sentido de la vida de los jóvenes, pues va a ser el norte al cual se orienten. La pérdida de vista del norte va a tener consecuencias negativas en la persona, que se va a perder en una rutina despersonalizante dirigida a un objetivo con el cual ya no resuena. En esa misma línea, BTS se opone a la noción del esfuerzo como una demanda ciega a la situación de la persona, y lo configuran más bien como una herramienta que debe ser administrada a conveniencia. Oponiéndose de esta forma a la exigencia social de productividad, el descanso es la contraparte necesaria para mantener el equilibrio. 

En conclusión, el sueño es presentado como la clave de la felicidad plena, donde se intersecan la identidad individual, la motivación, y el esfuerzo. Sin embargo, BTS problematiza de forma más profunda el concepto de felicidad. Actualmente se espera que en la vida la felicidad sea alcanzada de forma permanente cuando se triunfa, que en caso tratado podría verse reflejado en la idea de conseguir aquello que el joven ha decidido que quiere lograr. Bangtan va alejando su concepción del “sueño” juvenil de la meta en sí misma y coloca el énfasis en el camino que ayuda a trazar este objetivo. De esta forma, el sueño funciona no como la meta última a la cual avocar la vida, pues se volvería a la figura de una imposición asfixiante que se quiso evitar en primer lugar. Más bien, el ideal del sueño es una forma que tiene el joven para ayudarse al momento de navegar una vida que se presenta larga a incierta, pero llena de posibilidades y ecos sociales que quieren imponer nociones de éxito en ellos. Por eso, “no hay nada de malo con no tener un sueño si tienes momentos en los que te sientes feliz”. El sueño, entonces, es visto como una guía de felicidad, y el tener un sueño no subordina la consecución de la misma, sino que se vuelve una ayuda. Al final de cuentas, los sueños son una herramienta, no una imposición.

Bibliografía

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Griffith, E. (2019, 4 de febrero). La desgracia de los milénials que #AmanSuTrabajo. The New York Times. https://www.nytimes.com/es/2019/02/04/espanol/cultura/milenial-trabajo-sueldos.html?emc=edit_bn_20190208&fbclid=IwAR1foj05NfxrBCIQ-azlzpI12Kv4k4IJoZ9CP0jp1U8ES0T5CNRlnAdx-5A&nl=boletin&nlid=8131912020190208&te=1

Ibáñez, M., & Jiménez, J. (2019, 10 de septiembre). Cuándo hay que perseguir los sueños y cuándo es mejor cambiar el rumbo. El País. https://elpais.com/elpais/2019/09/10/buenavida/1568120259_269325.html#:~:text=Para%20que%20los%20sue%C3%B1os%20no,que%20nacen%20de%20un%20temor.

Leiva, P. (2012). Cambios en los referentes para la construcción de proyectos de vida juvenil. Tendencias y Retos, 17(1), 93-103. https://ciencia.lasalle.edu.co/cgi/viewcontent.cgi?article=1205&context=te

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Petersen, A. H. (2019, 5 de enero). How Millennials Became The Burnout Generation. Buzzfeed News. https://www.buzzfeednews.com/article/annehelenpetersen/millennials-burnout-generation-debt-work

Urcola, M. (2003). Algunas apreciaciones sobre el concepto sociológico de juventud. Invenio, 6(11), 41-50. https://www.redalyc.org/pdf/877/87761105.pdf